domingo, 23 de septiembre de 2012
Difícil paz
"La genial teoría de los reflejos condicionados que Paulov ideó a principios del pasado siglo nos avisa, entre otras enseñanzas, de la peligrosa posibilidad de ser domesticados por las más siniestras ideologías y las más tenebrosas creencias. Pero frente a la triste falsificación de reflejos condicionados por inhumanos y mortíferos condicionadores, ya en la misma cultura griega se entreabre, poco a poco, una puerta que nos hace vislumbrar un mundo distinto del de la alienación y la destrucción.
La palabra que se oponía a todas esas perspectivas de la bestialidad fue la palabra paideía, educación. Una educación que tenía que darse, fundamentalmente, en el comienzo de cada vida personal. Es en ese periodo de la existencia donde han actuado quienes pretenden ofuscarnos la mirada. La domesticación en la necedad es, sin duda, la agresión más funesta que se ejerce contra la vida. La educación de una mirada no entorpecida con los grumos de la imbecilidad es, por el contrario, la única posibilidad de que, partiendo de la inteligencia y la justicia (Leyes, 644a), pueda irse alumbrando el dominio de la solidaridad y la paz".
Emilio Lledó, Elogio de la infelicidad.
Un ideal también ilustrado y visto con mucho escepticismo ahora mismo a causa del estado del sistema educativo en nuestro país. Una posibilidad tal vez arruinada. Demasiadas voces tiene la tribu...
miércoles, 12 de septiembre de 2012
Gandhi y el valor
Gandhi |
"No puedo predicar la no violencia a un cobarde, lo mismo que no puedo invitar a un ciego a gozar de un paisaje hermoso. La no-violencia es la culminación del valor. En mi experiencia no he encontrado dificultad a hombres educados en la escuela de la violencia la superioridad de la no-violencia. En los años en que fui cobarde abrigaba en mí la violencia. Empecé a abrigar la no-violencia cuando empecé a despojarme de la cobardía. Quien abriga el odio y la violencia en su corazón y mataría a su enemigo si pudiera hacerlo sin arriesgarse él mismo, es extraño a la no-violencia. Mi fe en la no violencia es una fuerza sumamente activa. No deja sitio a la cobardía ni a la debilidad. La no-violencia se anuncia a los que saben morir, no a los que temen la muerte. Así como en el adiestramiento en la violencia uno debe aprender el arte de matar, asi en el adiestramiento de la no-violencia debe aprender el arte de morir. Quien no ha superado el miedo no puede practicar la no-violencia a la perfección".
M.K.Gandhi
jueves, 6 de septiembre de 2012
Utopía
Tomás Moro |
Tomás Moro nació en Londres en 1478. Fue humanista y un hombre íntegro. Combinó su afición literaria con una sólida formación clásica y una profunda convicción religiosa. No sucumbió al poder, motivo por el que fue encarcelado en la Torre de Londres y finalmente ejecutado. Cuando estaba encerrado escribió De la tristeza de Cristo, manuscrito que hoy se conserva en el Real Colegio de Corpus Christi de Valencia y que me cupo el honor de tener entre mis manos. Su obra más conocida fue Utopía, una de las obras más representativas del humanismo renacentista.
"A veces el asunto es llevado ante el Consejo de toda la isla. Además el Consejo también tiene la costumbre de no discutir ni razonar ningún asunto el mismo día que se propone o expone por primera vez, sino que lo aplaza hasta la última sesión del Consejo para que nadie, cuando ha hablado allí precipitadamente de lo primero que le ha venido a la punta de la lengua, tenga después que estudiar, más por razones con las cuales defender y mantener su primera imprudente sentencia, que por el bien de la república, como uno que más quiere el mal o el impedimento de la república que ninguna pérdida o disminución de su propia estimación, y como si se avergonzara (lo cual es una vergüenza muy tonta) de reconsiderar alguna precipitación en el inicio del asunto quien al principio debiera haber hablado con más prudencia que con prisas o temeridad".
Tomás Moro, Utopía
Utopía significa "lo que no existe". Las utopías siempre presentan un mundo ideal con enorme atractivo. En la obra, Tomás Moro critica la sociedad política de su tiempo y recrea una sociedad gobernada por la razón.
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