viernes, 11 de mayo de 2012
La rana y el escorpión.
Estos relatos con moraleja se llaman fábulas. Una muy conocida es la de la rana y el escorpión...
Un escorpión, que deseaba atravesar un río, le dijo a una rana:
- Llévame a tu espalda.
- ¿Que te lleve a mi espalda? -contestó la rana-. ¡Ni pensarlo! ¡Te conozco! ¡Si te llevo a mi espalda, me picarás y me matarás!
- ¡No seas estúpida! -le dijo entonces el escorpión-. ¿No ves que si te pico te hundirás en el agua y que yo, como no sé nadar, también me ahogaré?
Los dos animales siguieron discutiendo hasta que la rana fue persuadida. Lo cargó sobre su resbaladiza espalda, donde él se agarró, y empezaron la travesía.
Llegados al medio del gran río, allí donde se crean los remolinos, de repente el escorpión picó a la rana. Ésta sintió que el veneno mortal se extendía por su cuerpo y, mientras se ahogaba, y con ella el escorpión, le gritó:
- ¿Ves? ¡Te lo había dicho! ¿Pero qué has hecho?
- No puedo evitarlo -contestó el escorpión antes de desaparecer en las aguas- Es mi naturaleza.
Todas las fábulas tienen moraleja. No es muy difícil adivinar ésta. Lo difícil es aprender de ella que hay algunas personas que, aunque lo intenten, que no lo hacen, no pueden cambiar y se dedican a fastidiar al prójimo. No me interesa el escorpión, me interesa la rana que es engañada y paga un precio tan alto. Y hay escorpiones que van camuflados y saben disimular muy bien el disfraz, pero picar, pican...
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