domingo, 31 de marzo de 2013

Los pecados capitales




El Bosco - La mesa de los pecados capitales


Pecado, otra palabra con mala prensa, esta vez con mayor motivo porque tiene carga de profundidad, tiene un sentido más religioso. Por eso también los pecados capitales pueden llamarse vicios, porque va para todos, creyentes y no creyentes. Oír pecado capital suena a algo muy gordo, y en efecto lo es, no tanto por lo que es en sí mismo (cosas mucho peores que la soberbia hay) sino por lo que acarrea, por lo que destruye de uno mismo.
Los pecados capitales tienen que ver con el deseo, que nunca tiene bastante, que siempre va a más, por tanto con la desmesura. Siempre que uno se pasa tiene que haber algo que lo frene, que no lo haga ir más allá de sus límites. Por pura ley de supervivencia, frente a cada pecado o vicio, tiene que haber una virtud correspondiente.
Los pecados son siete, lo mismo que las virtudes:

Soberbia --- Humildad
Avaricia ---- Generosidad
Lujuria ------ Castidad
Ira  ------------ Paciencia
Gula --------- Templanza 
Envidia ----- Caridad
Pereza ------ Diligencia

Qué difícil es no verse reflejados en esa lista, un poco de uno, otro poco de otro, un mucho de alguno... Qué fácil es el defecto antes que la virtud, en la que poco se nos ha educado y se sigue educando, ya casi ha desaparecido la palabra como no sea con otra aplicación, pero en el terreno moral suena a rollo o a algo de lo que no vale la pena hablar.


 

martes, 19 de marzo de 2013

La caridad




Giotto - Caridad

 Si la compasión es buena, la caridad más; si la compasión tiene mala prensa, la caridad la sobrepasa con creces. Caridad suena a brazo cubierto de visón, de pulseras y de anillos de oro que da una limosna a un pobre. Suena también a siente usted a comer a un pobre a su mesa, Los jueves milagro, de Berlanga. Suena requetemal.
Si la caridad fuera eso, sería muy poca cosa, nada entre nada. Pero esa palabra ha sido una de las más prostituidas y devaluadas de la lengua. Caridad es otra cosa. Caridad es amor, a Dios (para los creyentes) y al prójimo, tanto los amigos como los enemigos. Es dar, pero no lo que sobra, es dar lo que se tiene y lo que se quiere dar, es todo. No necesita del sufrimiento ajeno, no necesita un pobre cubierto de harapos para desencadenarse como la compasión, se da porque se tiene, se da porque se quiere, se da amor, no éros ni filia, sino agape, amor universal. El amor que todo lo resume. El amor que ama al desgraciado y al que no lo es.
He aquí un hermosos texto de San Pablo sobre la caridad:

"Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy. Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha.
La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa: Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta.
La caridad no acaba nunca. Desaparecerán las profecías. Cesarán las lenguas. Desaparecerá la ciencia. Porque parcial es nuestra ciencia y parcial nuestra profecía. Cuando venga lo perfecto, desaparecerá lo parcial. Cuando yo era niño, hablaba como niño. Al hacerme hombre, dejé las cosas de niño. Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré como soy conocido".

 

domingo, 10 de marzo de 2013

La compasión



Picasso - La vida

La compasión es una virtud que tiene mala prensa. Una canción bastante hortera dice: "compasión no quiero, quiero amor sincero". Da una idea bastante aproximada de cómo se entiende la virtud. Se relaciona con la pena que se siente al ver sufrir a alguien.
Sin embargo, si vamos a la etimología de la palabra, veremos que tiene el mismo origen que simpatía, aunque esta última goza de mejor consideración. Ambas significan compartir con el otro el pathos, lo que se siente, ponerse en el lugar del otro. Como alguien dijo, "reír con el que ríe y llorar con el que llora". Aunque mucho me temo que se trata más de llorar que de reír porque hay más sufrimiento que alegría. De ahí su carácter reactivo. Parece que la compasión necesite el sufrimiento de alguien para desencadenarse.
De ahí que la compasión sea una de las virtudes más importantes, tanto en Oriente como en Occidente, aunque tal vez en el Oriente budista sea considerada como la virtud superior. Pero no así en el Occidente y el cristianismo que, siendo considerada una virtud excelente, no lo sea tanto como la caridad, virtud que también ha gozado de muy mala prensa.
Y además, ¿cómo podríamos ponernos en el lugar del psicópata o del masoquista. Es muy fácil compadecer a la gente que sufre, ponerse en su lugar. Pero compartir el pathos con un malhechor resulta bastante difícil y no sé hasta que punto recomendable.