lunes, 1 de octubre de 2012

Difícil felicidad




Vermeer - El arte de la pintura

"Tal vez, el sentimiento de equilibrio y sosiego interior esté continuamente amenazado por la consciencia de la miseria, la violencia, la crueldad creciente que, desde los griegos, ha experimentado la humanidad. Porque, efectivamente, es imposible la felicidad si la mirada descubre, alrededor de la vida individual, la enfermedad social y la corrupción que destroza la vida colectiva. A no ser que esa corrupción haya alcanzado nuestra mente, y el ansia de tener, sobre todo en la sociedad de consumo, haya acabado consumiendo la propia existencia del consumidor y haya insensibilizado su mirada.
Una felicidad amenazada no permite el sosiego y la paz que necesita la consciencia para "ser" feliz. El sueño del equilibrio y amistad con nosotros mismos está siempre lleno de pesadillas, de insatisfacciones. Sólo el "señorito satisfecho" es capaz de regodearse en la propia y ciega felicidad del tener, e inventarse ideologías para aposentarse en su particular regodeo. Es verdad que la vida necesita también, para seguir alentando, esos espacios de sosiego exterior e interior, ese gozo e identificación con la naturaleza o con el arte" [...]

Emilio Lledó, Elogio de la infelicidad. 

Difícil ser feliz en un medio hostil que produce todo lo contrario. En el texto aparece una contraposición entre tener y ser muy importante para el logro de la felicidad, así como la imposibilidad de sustraerse a ese medio exterior que tan difícil lo pone.
Una vez asistí a una exposición multitudinaria de Vermeer que tenía lugar en El Prado. Los cuadros pequeños rodeados de mucha gente dificultaban la contemplación de los mismos... Me adelanté hacia uno que estaba a la salida, un poco más grande y sin nadie delante. Obsevaba extasiada El arte de la pintura cuando noté una presencia a mi lado. Éramos dos observadores mirando y gozando la magnífica obra de Vermeer. No pude evitar mirar a mi repentino compañero cuando vi que era Emilio Lledó. Compartí con él uno de esos momentos en que el exterior nos brinda lo mejor. Por un momento nos "alentó" el goce del arte.